(inspirada en Cortázar y mi Nicole L)

El primer requisito para cumplir años es haber nacido, el segundo seguir vivo. Es cierto que algunos ilustres personajes de la historia siguen siendo festejados aún después de muertos y muchas veces nos regalan un feriado en el calendario; pero lo que se pone en valor ahí es el rendimiento, acá se trata de celebrar SER.

Por lo general entonces cumplir años es requisito seguir habitando este planeta (imagino que en otros planetas la cosa será distinta).

Segundo, es deseable, pero no indispensable tener un calendario. Uno en el que pueda usted situar la fecha de su “llegada al mundo”, que es en realidad la del aterrizaje fuera del útero de su madre, porque ya de antes habitaba este mundo dentro de ella. Este es otro requisito para cumplir años: tener padre y madre. No hablo de la función parental como tal sino del material hecho de requerir de dos gametos para haber llegado a tan preciada celebración. Solo para no interrumpir al ánimo de festejo con imágenes indeseadas en su cabeza se recomienda llegar hasta ahí; pero debo advertirle que si lo soporta, tiene un valor adicional entender de que para celebrar su cumpleaños debe haber habido sexo entre sus padres y  A LO MENOS un orgasmo (no es necesario que lo imagine), pero sí que sepa que hay gozo en el inicio de su ser.

Luego, será indispensable considerar que además de una fecha y una locación se ha requerido de una madre y  algún ayudante – más o menos preparado- para pasar por el canal de parto. Es deseable que haya familiares consanguíneos o cercanos que puedan haber registrado efemérides de tal ocasión y que puede usted remembrar solo para recordar que ha salido de situaciones estresantes desde el inicio y con relativo éxito si llegamos hasta aquí. Tiene usted que considerar que el hecho de haber nacido no es tanto la hazaña, como sí lo es haber llegado a cumplir otro año más. Algunos con ganas de celebrar y otros ¡a qué costo!, pero aquí ha llegado, a  visitar la fecha en que partió y todo era potencial y despliegue. Una Promesa, como toda vida que comienza y aún no ha terminado de ser).

Seguramente el evento mismo de haber nacido no es un recuerdo en su memoria, ni siquiera un momento muy agradable. Hay muchas necesidades que ha tenido que resolver desde ese momento al actual y la verdad es que eso puede imponer todo tipo de temores, amenazas y cansancios. Por eso, para atender al aniversario de su nacimiento sea tal vez propicio pensar que independiente de los resultados socialmente valorados vivir es un éxito por sí solo. Ahora si ha sido usted un aporte a su entorno, a la vida misma y a sus cercanos quisiera enfatizarle que merece una gran celebración.

Como vivir impone desgaste y cada año será acumulativo, es importante que establezca ritos de renovación para esta fecha. Repliéguese en sí mismo un rato y tenga tiempo de pensarse como alguien único, con cosas que le distinguen y con formas de atenderse, protegerse y cuidarse.  Como si honrara ese primer momento de nacimiento, cambio y corte con el útero, provéase cariño, dulzura que permita salvar el temor a existir. Permítase sentir dulzura por usted mismo. Permítase sentir nostalgia de los cuidados recibidos, de la protección primaria. Haga conexión con su historia, con las cosas que le han pasado y vivido, con sus cumpleaños anteriores y aprenda de cada uno, en un camino de ascendente a una celebración más consciente: ¿cómo soy? ¿cómo me gusta atenderme? ¿cómo me gusta celebrar? ¿qué me encantaría darme?

Abrace generosamente las experiencias de apoyo y las manos que le han permitido llegar hasta aquí. Otra vuelta al sol, 13 ciclos lunares, milenios de evolución y desarrollo científico le tienen en esta circunstancia. En este infinito universo de estrellas ha usted nacido, y con pronósticos a favor y en contra sigue avanzando en la existencia.

Luego, como la fecha se repetirá con cierta regularidad tendrá usted que ir tomando conocimiento de ciertos hitos sociales que impone: torta, estar feliz, tener espíritu de celebración, considerar una posible lista de cosas que quiere recibir, un pastel de su agrado y personas que quisiera que le saludaran por el hecho de haber nacido. Puede que lo anterior sea vivido como una carga trabajosa. Si ése es el caso le invito a revisar dos cosas: Que los gestos externos son reflejo de lo interno; desde allí no importa tanto la materialidad del festejo como “lo que hay que festejar” y dos, que la carga social que tiene es proporcional a los vínculos que ha forjado (que así sea, el día del cumpleaños es para celebrar la historia, no para hacer lobby).

Aquí es importante saber distinguir lo esencial de lo accesorio, para esto puede servirle anotar en el calendario otras fechas de cumpleaños, esto ayuda a que no sea solo un egoico regocijo o un placer material; sino el reflejo escrito de que, a causa de su nacimiento, existen otras vidas relacionadas. Cientos de abuelas y abuelos han sido necesarios para que usted llegue aquí. Muchos nietos, bisnietos y lo que siga más adelante serán consecuencia de este día; pero además de la familia genética existe otro reflejo increíble de la vida es celebrable, todos aquellos que sin compartir su biología han sido tocados por su existencia o le cambiaron la suya… es un número complejo y hermoso al mismo tiempo.

Hay que comprar velas. Lo más simbólico es que sea una por cada año, imagine que fuera una por cada persona significativa que está hoy o no en su vida. Si puede hacerlo abrácelos, sino simbólicamente agradezca su presencia.

No haga balances, no es día de contabilidad, es día de completar una vuelta e iniciar una nueva. Si no tiene ganas de ver a nadie no importa. Si nadie acertó con sus deseos no importa; usted se debe a su rito, usted lo crea. Si tiene algún deseo pendiente cúmplaselo. Conéctese con lo que necesita para valorarse, y entréguese aquello le servirá para que su existencia sea armónica con los propósitos misteriosos y divinos que le han hecho llegar hasta aquí. Pida 3 deseos y sople.